22 de març 2012

Las mujeres sin maquillaje me gustan más. [Uncle Boonmee..., 2010]



Sales del cine con un 4 rozando el 5 en la cabeza...pero pasan las horas y te convences de que es un 5. Al día siguiente te ves explicándosela a un compañero y te das cuenta de que merece un 6, sin duda es interesante. Pero ya cuando vas a la cama empiezas a construir un discurso que separa la película de las demás…”si si un 7, ésta película es buena”, te dices. Por último, te decides escribir un comentario de la película y mientras lo escribes el 8 te ataca y confirmas que es, sin duda, una película notable. Finalmente, auguras que una vez le hayas dado al “Enviar” habrás querido ponerle el 9, porque señoras y señores, esta película es muy buena.

Ver la película no es tarea fácil, se recomienda tomar un par de cafés antes para luchar contra el sueño, ya que te encuentras (como acertadamente dice GVD) con un sinfín de “planos fijos peleándose por ver cuál dura más” y eso mata a cualquiera. Habría que decírselo a Weerasethakul que eso no se hace. Pero vamos, si tachamos y suspendemos la película por eso es que hemos visto muy poco cine, pues tendríamos que barrer una cantidad ingente de CINE (con mayúsculas) que goza de gran posición y de grandes discípulos. Bresson, Dreyer, Bergman, Leone, Peckinpah, Haneke o el catalán Serra (y demás terroristas cinematográficos) caerían en las manos de la demagogia y del dogma del mercado americano, la cual cosa es una tarea un tanto absurda y cansina. Vamos, que no es necesario centrar tu crítica en la duración de los planos de una película. Por ello prefiero centrarme en el impacto del contenido: la materia de la película.

Los señores de Filmaffinity pusieron tan sólo “Drama” en el apartado de Género, imagino que poner los tópics; “comedia dramática”, “costumbrista”, “fantástica”, “cine experimental”, “cine independiente”, “fantasmas”, “comedia absurda”, “surrealismo” y/o “vejez” no le cabía, se entiende. La película da para mucho. Yo propongo uno: "Cine Fade-Out”.



Personalmente no estoy muy al día del cine tailandés. A lo sumo podría afirmar que no tiene más de 10 años, es por lo tanto un niño. Desde la vieja tradición cinematográfica occidental se podría juzgar con la petulancia de un padre e incluso intentar educarle con eso del “niño, deja ya de joder con la pelota”, pero sería un tremendo error situarse en esa posición, ya que esta vez, el niño es creador. La criatura no sabe más que el padre o el abuelo, no, para nada, la criatura se limita a abrir nuevos caminos en las lógicas narrativas, y de eso, “Uncle Boonmee…” tiene mucho. Lo aclaro con un ejemplo: la aparición (in-creíble) en “fade-in” (hecho con el Paint) del fantasma de la mujer muerta. Cualquier otro intentaría ponerle efectos y fuegos de artificio por tal de darle una cierta verosimilitud a la visión, pero al amigo Weerasethakul no le interesa, porque es consciente de su edad y su tiempo. Orgulloso de una forma propia no necesita buscar un reflejo (un referente) en Occidente para construir un estilo, una firma, una historia del cine tailandés.

“No es rojo, es sangre” decía Godard, “no es un fade-out, es un fantasma” dice Weerasethakul. Éste poco respeto por el maquillaje es a mi entender, el renacimiento del cine (o parte de él, claro). La Generación youtube está invitada a la gran comilona. ¡Que empiece el espectáculo!

Terapias de un dandy @pmallafre
(Terrassa, Desembre 2010)

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada