26 de febr. 2011

La despedida de Bonn


Al conocerte y reconocerte
como espejo y deseo,
mis manos sangraban.

Al suelo la cuerda y
detrás, el carro cargado.

Desgraciados poemas,
faltos de cariño,
y faltos de tacto,
caían bache tras bache.

Un antifaz de oro
me ahogaba el cuello
y me desnudaba ante ti.

Arrancarse los ojos
siempre fue una metáfora.


Terapias de un dandy @pmallafre
 Dedicated to àngela
(Barcelona, 2009)

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